La simbología del centenario árbol de Gernika se ha adueñado esta semana de la localidad de Respaldiza con la plantación de un retoño de ocho años de edad en los jardines de la residencia de la Fundación Alday. La plantación responde al homenaje a las personas que han sido atendidas durante años por este centro creado por Luisa y Francisco Alday Icabalceta hace más de 120 años con el fin de apoyar a los mayores más necesitados del municipio y su entorno más cercano.

El acto contó con la presencia de residentes y familiares, así como de personal del centro, a quien también se hizo extensivo el homenaje. La cita estuvo presidida por la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui Biteri, quien estuvo acompañada de cargos institucionales de Álava, como la presidenta de las Juntas Generales, Irma Basterra Ugarriza; el director de Innovación, Sistemas de gestión y Evaluación del Departamento foral de Políticas Sociales, Iñaki Artaza Artabe; o el alcalde de Ayala, Pruden Otegi Etxebarria, entre otras personas.

Se trata del último retoño del árbol de Gernika previsto que se va a plantar esta temporada, coincidiendo con este último ciclo de parada biológica antes del despertar completo de la primavera. Y se hizo además un 25 de abril; es decir, en vísperas de celebrarse el 87 aniversario del bombardeo de Gernika.

Memoria de una superviviente

“Una fecha muy simbólica para nuestra historia y nuestro árbol”, destacó Otadui, en referencia a que el joven ejemplar plantado en este enclave alavés del valle de Ayala es “emblema e icono universal de nuestro pueblo, de las libertades vascas, de los derechos históricos y del anhelo de Paz”. De hecho, el retoño se va a convertir “en parte de la memoria histórica de todas las personas que residen en esta residencia y de las que, por desgracia, ya no están entre nosotros”, auguró Otadui, que incidió en que “es un homenaje a todas las personas atendidas en esta residencia a través de los años, y también a las personas que les cuidan”.

El momento más emotivo del acto llegó cuando familiares de la que fuera usuaria del centro Conchi Elorza tuvieron un recuerdo especial en su memoria. Y es que Elorza, fallecida en la residencia el pasado enero a la edad de 97 años, fue una de las supervivientes del bombardeo de Gernika del que este viernes se cumplió el 87 aniversario. En este sentido, los familiares de Conchi recordaron en el acto que la plantación del retoño surgió para darle un sentido homenaje a esta mujer “valiente, emprendedora y amante de la libertad”, que la residencia quiso extender a todas las personas que han pasado por la residencia desde su puesta en marcha, tanto plantilla como usuarios y usuarias. Se da la circunstancia de que en ausencia de Conchi, su hermana Maite, residente en Laudio, se ha convertido en la única alavesa superviviente del bombardeo de la aviación fascista aquel 26 de abril de 1937.

Antes de entregar a la residencia el documento oficial que certifica que el ejemplar plantado es descendiente del Árbol de Gernika, Otadui pidió a las personas usuarias del centro de mayores que cuiden el retoño “con mucho mimo y cariño. Disfrutad de su sombra y cobijo en los años venideros y sentid la fuerza y el simbolismo que representa”, concluyó.

450 descendientes

A lo largo de su historia, la Cámara foral vizcaína lleva entregados o plantados más de 450 descendientes del árbol de Gernika por todo el mundo. El más veterano que sigue vivo está muy cerca de la Casa de Juntas de Gernika. Data de 1859 y crece todavía en el jardín del inmueble conocido como Nabor. Fuera de la CAV, el roble más antiguo se encuentra en Rosario de Santa Fé, en Argentina, y es de 1886. La Cámara foral espera que el vástago más joven de su estirpe siga su estela.