Tres años después de su última visita, y de nuevo de la mano del Dazz y Fundación Vital, la cantante Janine Johnson regresa este domingo a la capital alavesa. Lo hace compartiendo escenario con Alejandro di Costanzo al piano, Paco Whet al bajo y Pere Foved a la batería. La cita en las tablas de Dendaraba va a ser a partir de las 20.00 horas, quedando algunas entradas disponibles.

La última visita fue en 2021 con el repertorio de James Bond, aunque este domingo la propuesta va a ser diferente. ¿Qué se va a encontrar el público? 

–Esta vez vengo con un trío de jazz, aunque yo soy cantante de soul. Es un encuentro en el que no sabemos qué puede ocurrir (risas). Vamos a jugar con temas, algunos de soul y otros de jazz. Bueno, incluso con una canción de The Beatles haremos algo. Vamos a coger una selección de canciones muy diferente a las propuestas que he hecho antes. Se trata de jugar y pasarlo bien.

Hay quien puede pensar que en ese encuentro, la que corre con los riesgos es la cantante de soul... 

–Ni lo dudes (risas). Ellos juegan en su campo siempre. Esta propuesta también es un desafío para mí. Sí trabajo con temas que conozco pero los hago de una manera diferente a como lo haría normalmente. Va a ser una propuesta más íntima, más personal y más diversa en los estilos de los temas.

Las que presenta esta vez son canciones de artistas muy diferentes como Aretha Franklin o Alicia Keys, por ejemplo. 

–Llevo muchos años trabajando en proyectos donde se me pide ser versátil. Y yo disfruto con el desafío, la verdad. Cuando empiezas algunas propuestas, piensas: ¡madre mía, cómo lo voy a hacer! (risas). Pero siempre encuentro la forma de hacerlas. El viaje en el que te embarcas es muy bonito, porque te ayuda a descubrirte a ti misma. Cuando me hago con los temas, trato de ser fiel a mí misma. No intento imitar a otros cantantes. Cuando escucho un tema que voy a interpretar, veo lo que me dice a mí, y me pregunto: ¿cómo lo haría Janine Johnson en lugar de Ella Fitzgerald, cómo sería aquí y ahora?. Ahí está el inicio. Luego llegan los ensayos, donde siempre salen nuevas cosas que vas incorporando. Tienes que confiar en ti, en tu experiencia y en todo lo que tú has hecho. Soy todo lo que he cantado hasta ahora, lo vivido, lo sentido, y de ahí surge lo nuevo.

Con la propuesta que traer este domingo a Vitoria, la pretensión es que el público... 

–Lo fundamental es que lo pase bien. La música es una energía transformadora, y da igual el estilo. Si yo voy a escuchar una música que está muy bien tocada, me llega y me siento transformada de alguna forma. Me enriquece. Cualquier persona que venga el domingo al concierto, y venga abierta a vivir una experiencia, va a recibir algo muy bonito. La música hace que el mundo sea un sitio mejor para vivir. Estoy segura que cuando vengas al show, no vas a salir igual que cuando hayas entrado. Vas a conocer algunos temas, vas a poder cantar conmigo o tararear, y vas a disfrutar.

En la última visita a Vitoria, todavía la pandemia estaba presente. ¿Ya normalizada toda su agenda profesional? 

–Estoy trabajando ahora más que antes de la pandemia. En la agenda, tengo ya fechas para 2025. Así que, muy bien. Cuando eres una artista independiente, esto te da tranquilidad. Ves que van entrando ofertas de trabajo y puedes mirar a los próximos meses con gusto (risas).